Los ‘tigres’ asiáticos que más se aprovechan de la reapertura china


Las restricciones que imponía el Gobierno chino a sus ciudadanos para reducir al máximo la transmisión del Covid-19 han ido cayendo de manera precipitada en las últimas semanas. Las protestas desatadas en varias de las ciudades más pobladas del países han favorecido el cambio de tendencia en ese sentido.

La reapertura de las fronteras del país oriental después de tres años cerradas ha sido el último paso que han dado los dirigentes del Dragón Rojo en esa dirección y se ha convertido en el catalizador de un cambio en el planteamiento inversor, tanto de particulares como de analistas. Para muestra un botón: el optimismo se ha instaurado en los mercados en los primeros compases del año y los activos de riesgo han empezado 2023 con repuntes generalizados.

El comportamiento de las divisas emergentes es también uno de los mejores ejemplos. Monedas asiáticas como el bath tailandés o el won surcoreano han cosechado en las primeras sesiones del año alzas considerables en el mercado asiático que no sirven sino para señalar a sus economías como las principales beneficiadas de las nuevas medidas chinas.

“Las divisas del G10 tuvieron un comportamiento variado esta semana pasada, pero las de los mercados emergentes subieron con fuerza gracias al optimismo de los inversores, encabezadas por las monedas asiáticas y las latinoamericanas”, apuntan desde Ebury, desde donde inciden en el buen comportamiento del baht tailandés estas semanas, “ya que se espera que su sector turístico sea uno de los grandes beneficiados del fin de las políticas de Covid-cero en China”.

La visión de la fintech especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas pone de manifiesto que la reapertura de China está provocando un cambio en el planteamiento de los inversores con respecto a la divisa tailandesa. Algo que sostienen desde Nomura. “Creemos que su economía será ahora más resistente que en anteriores recesiones mundiales. Esto se debe a que la recuperación del turismo probablemente continuará incluso si sólo se produce una recuperación gradual ayudada por la reapertura de China”, explican.

En ese sentido, desde la entidad financiera nipona esperan que las llegadas internacionales alcancen los 28 millones en 2023 desde los 11 millones estimados en 2022 y que el visitante chino vuelva a suponer cerca de un 27% del total de turistas, como ya ocurrió en el año 2019.

“Dado que la Reserva Federal está llegando al final de su senda de subidas de tipos y que la economía estadounidense se está ralentizando a un ritmo relativamente rápido, esperamos que el dólar siga debilitándose este año, lo que debería actuar como un viento de cola general para los países de mercados emergentes. La reapertura de la economía china debería reforzar esta tendencia particularmente porque la recuperación debería ser menos irregular a medida que avanza el proceso”, explica Claudio Wewel, estratega de divisas en J. Safra Sarasin Sustainable AM.

La divisa coreana también registra en los primeros compases de año un comportamiento similar al de la tailandesa, aunque ligeramente inferior. Un incremento que, sin embargo, con el paso de los días se ha ido difuminando ante la guerra de visas que se ha desatado en las últimas jornadas entre ambos países. No en vano, Pekín ha decidido suspender la emisión de visas de corta estancia a los viajeros de Corea del Sur como represalia ante las restricciones de este país a visitantes procedentes de China por la ola de covid. “El won coreano seguirá subiendo, dado que aproximadamente un tercio de las exportaciones coreanas se dirigen al gigante chino y Corea del Sur gana cada vez más terreno como destino turístico para los chinos”, añade Wewel.

‘Doble samurai’

Sus respectivos índices bursátiles también han sido testigos del apetito por la renta variable de comienzo de año, lo que ha favorecido su repunte en las últimas jornadas. En Tailandia, el rally del Stock Exchange Thai Index acumula un avance del 5% desde los mínimos de diciembre, mientras que el Kospi surcoreano registra alzas desde los mínimos de este mismo año que son superiores la 6%.

“Con la Fed reduciendo su endurecimiento y los rendimientos estadounidenses suavizándose, las perspectivas para 2023 en su conjunto son constructivas”, asegura en ese sentido Thomas Hempell, jefe de Análisis Macro y de Mercado de Generali Investments. De mantenerse ambas alzas en lo que resta de año, la figura del doble samurai que se popularizó durante los años de ganancias del Nikkei y el yen en Japón sería extrapolable a estos países que mantienen fuertes lazos económicos entre sí y una gran proximidad geográfica.

En este sentido, fondos como el Allianz Oriental Income AT EUR y el Invesco Pacific Equity A EUR AD, con exposición a ambos países, se destacan como las opciones más interesantes para aprovechar la tendencia al contar con cinco y cuatros estrellas Morningstar respectivamente y ofrecer una rentabilidad en el año que se acerca al 4,5%.

Más signos de reapertura

La reapertura del país oriental se está dejando sentir en otros aspectos como refleja el hecho de que la gestora de inversiones privada Neuberger Berman haya recibido la aprobación de la Comisión Reguladora de Valores de China para iniciar operaciones de gestión de fondos en moneda local para clientes nacionales, algo que solo había logrado otra institución.



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